Foto de Christian Olivera Onandi |
Más allá del tiempo
Desde el fondo azul
llegas caminando en el aire diáfano del tiempo.
El gran portal abierto
me trae los recuerdos de infancia compartida.
Corrías por las dunas,
tu piel blanca erizada por el viento.
Tu alegría desgranaba
perlas de un cántaro de agua cristalina.
Nuestro juego de niños inocentes
nos llevaba de la cima hasta la playa
en carrera loca sin reparos.
Has llegado al fin desde el azul
caminando lentamente en el aire diáfano del tiempo.
Me hablas con voz muda,
me tomas de la mano y mi corazón estalla de alegría.
Vas conmigo a todas partes,
tu nombre quedó escrito para siempre en la arena
aquel día cuando el frío de tu cuerpo
me heló la vida en el alma y en las venas.
Yo te amaba, te lo juro,
perdóname, perdóname,
Desde entonces te he buscado sin consuelo
en todos los caminos.
Vienes una y otra vez,
pero no estás.
Golpeo en la pared del tiempo
pero no hay puerta ni ventana
que te acerque
Al viento este verso te libera.
Yo te amaba, te lo juro,
perdóname, perdóname.
Ya no hay puerta ni ventana que te acerque.
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